Langdon explica que los amigos de Esra pensaron que estaba sufriendo un ataque de pánico, «pero después de inhalar desodorante, su cuerpo en realidad comenzó a apagarse, sufrió un paro cardíaco.”
Cuando Andrea llegó donde Esra, los paramédicos estaban tratando de reanimar a la niña y le dijeron a la mamá que su hija había estado haciendo chroming, algo que la madre no sabía lo que era.
Esra fue llevada al hospital con la esperanza de que sobreviviera. Después de todo, su corazón y sus pulmones estaban fuertes, así que tal vez pudiera salir adelante.
Después de ocho días con soporte vital, a Paul y Andrea les dijeron que el cerebro de Esra estaba dañado «sin posibilidad de reparación y teníamos que tomar la decisión de apagar la máquina.»
Luchando con sus palabras y reviviendo su peor día, los padres compartieron el dolor de acabar con la vida de su hija.
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Cuando les pidieron que llevaran a familiares y amigos al hospital para despedirse de Esra, el padre dijo: “Fue algo muy, muy difícil de hacerle a un alma tan joven. La acostaron en una cama para que pudiéramos acostarnos con ella. La abrazamos hasta el final.”
Abrumada por el dolor de los padres y como madre de dos niños pequeños, Langdon no pudo contener sus emociones y lloró.
Una situación aterradora
