Comienza el día con un tazón de avena cocida en agua o leche desnatada. Agrega frutas frescas y un toque de canela para potenciar el sabor.
Media Mañana:
Disfruta de un snack saludable como un puñado de almendras o yogur natural sin azúcar para mantener la saciedad.
Almuerzo:
Incluye una porción de avena en tu almuerzo, ya sea en forma de ensalada o mezclada con verduras. Combínala con una fuente magra de proteínas como pollo o pescado.
Merienda:
Opta por una merienda ligera, como una barrita de avena casera o una fruta.