1. Actividad física regular
Caminar, nadar, yoga o andar en bicicleta mejora la circulación y evita el estancamiento sanguíneo.
2. Hidratación adecuada
Beber suficiente agua evita que la sangre se espese.
3. Dieta antiinflamatoria y rica en anticoagulantes naturales
Ajo: Disminuye la agregación plaquetaria.
Jengibre: Antiinflamatorio natural y anticoagulante suave.
Cúrcuma (con pimienta negra): Contiene curcumina, que ayuda a reducir la coagulación.
Omega-3: Presente en semillas de chía, linaza, nueces y pescado azul.
Frutas y verduras ricas en antioxidantes: Arándanos, cítricos, tomate, espinacas.
4. Evitar el sedentarismo prolongado
En viajes largos o trabajo de oficina, levantarse, caminar o estirar cada hora.
5. Evitar el tabaco y el alcohol en exceso
Ambos aumentan el riesgo de coágulos.
6. Compresión en piernas (si es necesario)
Medias de compresión pueden ayudar si tienes predisposición a la trombosis venosa.
¿Cuándo acudir al médico?
Si tienes antecedentes familiares de trombosis, o estás en tratamiento hormonal o embarazo.
Si notas síntomas como hinchazón repentina de una pierna, dificultad para respirar, dolor en el pecho, o debilidad en un lado del cuerpo.