Disuelve la levadura en la leche tibia y deja reposar 10 minutos.
Agrega a la mezcla los huevos, la mantequilla blanda y la esencia de vainilla.
Amasa durante unos 10 minutos hasta lograr una masa suave, lisa y elástica.
Cubre con un paño limpio y deja levar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño (aprox. 1 hora).2. Prepara la crema pastelera
Calienta la leche en una olla a fuego medio.
Aparte, bate las yemas con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla homogénea.
Agrega un poco de la leche caliente para templar la mezcla de yemas y luego viértela en la olla.
Cocina a fuego medio, removiendo constantemente hasta que espese.
Retira del fuego, añade la mantequilla y la vainilla. Mezcla bien.
Deja enfriar completamente con un film plástico en contacto con la superficie para evitar que se forme costra.3. Forma y fríe las donas
Una vez levada la masa, estírala con rodillo hasta 1.5 cm de grosor.
Corta círculos con un cortador o vaso.
Coloca en una bandeja, cubre y deja reposar 30 minutos más.
Calienta el aceite a 170 °C – 180 °C y fríe las donas por tandas hasta que estén doradas por ambos lados.
Retira sobre papel absorbente y deja enfriar.
4. Rellena y decora
Haz un orificio lateral con un cuchillo pequeño o una boquilla pastelera.
Rellena con la crema pastelera usando una manga.
Espolvorea con azúcar glas o rebózalas en azúcar común mientras aún están tibias.
Consejos Caseros para unas Donas Inolvidables
Controla el aceite: Lo ideal es mantener la temperatura entre 170 °C y 180 °C.
Muy caliente = doradas pero crudas. Muy frío = aceitosas.
Respeta los reposos: Son clave para lograr una miga esponjosa y ligera.
Crema bien fría: Rellena con la crema completamente fría para evitar que humedezca la dona.
Un Postre que Sabe a Amor y Nostalgia
Las donas rellenas con crema pastelera no solo son deliciosas: son una experiencia.
El aroma mientras se fríen, la suavidad de la masa, la dulzura del relleno… todo se combina para crear un postre que no solo se come, ¡se recuerda!
Prepáralas con calma, compártelas con quienes más quieres y guarda este momento entre tus recetas favoritas.
Porque hay sabores que nunca se olvidan, y esta dona casera es uno de ellos.