Pon una olla con agua a hervir y agrega las remolachas.
Retira la espuma que se forma en la superficie con una cuchara y cocina durante 5 a 6 minutos, o hasta que un tenedor las atraviese fácilmente.
Deja enfriar y separa las hojas y tallos.
Agrega un poco de vinagre al agua y deja reposar las remolachas durante 5 minutos.
Mientras tanto, lava y esteriliza los frascos a fuego alto.
Coloca unos dientes de ajo en el fondo de cada frasco.
Añade las remolachas en rodajas, los tallos y un poco de pimiento picante si deseas un toque más intenso.
Agrega una pizca de sal gruesa y el vinagre.
Completa con el jugo de remolacha restante.
Cierra los frascos con tapas nuevas y esterilizadas, agítalos suavemente y guarda en un lugar fresco y oscuro.
🕒 Consejo: deja reposar al menos una semana antes de consumirlas. Así los sabores se mezclan y se intensifican.
🥗 Segunda receta: ensalada fresca con remolacha encurtida
Una vez que tus remolachas estén listas, puedes usarlas para preparar una ensalada deliciosa, ideal para acompañar cualquier plato.
Ingredientes:
Remolacha encurtida (al gusto)