La rutina moderna, marcada por la tecnología, el estrés constante y el aislamiento, ha alejado a las personas de algunas costumbres simples que, según expertos, pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida.
El neurocirujano ruso Alexander Alekseev, con años de experiencia en salud cerebral y longevidad, ha compartido tres hábitos fundamentales que, si se aplican diariamente, pueden mejorar nuestra salud física y emocional.
1. No uses el celular en la cama: tu cerebro necesita desconectar
Para muchas personas, el celular se ha convertido en una extensión del cuerpo. Desde que despiertan hasta que se acuestan, están expuestas a pantallas, notificaciones y un flujo inagotable de información. Pero, según Alekseev, llevar el teléfono a la cama es uno de los peores errores que se puede cometer si se quiere descansar y proteger la salud mental.
La luz azul emitida por las pantallas afecta la producción de melatonina, la hormona del sueño, alterando los ritmos circadianos y dificultando el descanso profundo. Además, revisar noticias o redes sociales antes de dormir activa zonas del cerebro que deberían estar entrando en estado de reposo.
Consejo práctico: Deja el celular en otra habitación o, al menos, lejos de la cama. Antes de dormir, dedica 15 minutos a leer un libro, escribir o simplemente meditar en silencio.