Otro hábito simple que propone el neurocirujano es mirar el cielo durante los primeros minutos del día. Parece algo sin importancia, pero tiene una profunda repercusión en nuestro sistema nervioso.
Al mirar al cielo al despertar, permitimos que la luz natural estimule el cerebro, especialmente las regiones responsables del estado de alerta, el equilibrio hormonal y el estado de ánimo. Esto ayuda a sincronizar el reloj biológico y mejora la calidad del sueño nocturno.
Consejo práctico: Al despertar, abre las ventanas y sal al balcón, al patio o simplemente asómate para recibir la luz del sol durante unos minutos. Es un acto sencillo que puede cambiar tu día.