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Preparar la base cremosa:
Derrite la mantequilla a fuego suave o en el microondas y mézclala con el azúcar de vainilla y el azúcar glas hasta que se integren perfectamente. -
Incorporar la ricotta:
Añade la mezcla de mantequilla a la ricotta fresca. Con la ayuda de una batidora o procesadora, licúa todo hasta obtener una crema suave, homogénea y sin grumos. Esta será la base del relleno. -
Preparar la cobertura de chocolate:
Derrite el chocolate a baño maría o en intervalos cortos en el microondas (cada 20 segundos, removiendo entre cada uno) hasta que esté completamente fluido. -
Formar los moldes:
Con un pincel de cocina, pinta el interior de pequeños moldes de silicona o cápsulas con una capa de chocolate derretido, cubriendo bien los bordes.
Llévalos al refrigerador durante 10 minutos para que el chocolate se endurezca. -
Rellenar los dulces:
Una vez firme la capa de chocolate, rellena cada molde con la crema de ricotta. Nivela la superficie con una espátula. -
Cubrir y enfriar:
Vierte una segunda capa de chocolate derretido sobre el relleno para sellar los dulces. Refrigera durante 1 hora, o hasta que estén completamente firmes. -
Desmoldar y servir:
Desmolda con cuidado y sirve tus dulces fríos con ricotta y chocolate. Puedes decorarlos con virutas de chocolate, cacao espolvoreado o frutos rojos para un toque gourmet.