½ taza de sal gruesa (puede ser marina, kosher o de cocina)
Agua caliente (opcional, pero recomendable)
Pasos:
Vierte la sal directamente en la taza, sobre todo alrededor del borde y la línea del agua.
Déjala actuar por varias horas, idealmente durante toda la noche.
Si quieres potenciar el efecto, vierte una olla con agua caliente (no hirviendo) antes de tirar de la cadena.
Por la mañana, tira de la cadena como de costumbre.
Este proceso permite que la sal actúe lentamente, limpiando y absorbiendo olores antes de ser arrastrada por el agua.
¿Con qué frecuencia?
Una vez por semana es suficiente en la mayoría de los hogares. Si el baño se usa mucho o tiene problemas de olor, puedes hacerlo más seguido sin problema.
¿Es seguro para todos los inodoros?
Sí, en general lo es. La sal no daña el porcelanato, el plástico ni los metales que se usan en los baños. De hecho, es más suave que muchos productos comerciales.
En sistemas sépticos, lo mejor es no hacerlo todos los días. Una vez por semana es una buena frecuencia para evitar alterar el equilibrio natural del tanque.
Si no estás seguro, pruébalo una vez y observa. La mayoría de las personas no reportan ningún problema.
Errores que debes evitar
Para que el truco funcione bien, evita estos errores comunes:
No mezcles sal con vinagre en el inodoro. Puede formar una pasta espesa que es difícil de eliminar.
No uses demasiada sal. Media taza es suficiente.
No tires de la cadena de inmediato. Déjala reposar unas horas.