Pensamientos finales
Puede parecer raro tirar sal por el inodoro… pero tiene sentido cuando lo analizas. Es un limpiador natural, desinfectante y barato. Y probablemente ya lo tienes en la cocina.
Si estás cansado de los olores, el sarro o los drenajes lentos, este truco puede ayudarte más de lo que crees. No hará que tu baño brille de inmediato, pero tras unos días de uso constante, notarás la diferencia.
No hace falta gastar en productos químicos fuertes o ambientadores costosos. A veces, los hábitos más simples—como este—son los más efectivos.
Pruébalo por una semana. No cambies nada más, solo agrega este paso a tu rutina. Si el baño huele mejor, se ensucia menos o es más fácil de limpiar… sabrás que funcionó. Suena extraño, sí. Pero útil, sin duda.