Los investigadores analizaron la interacción entre la cafeína y las bacterias, observando cómo la sustancia podía modificar la sensibilidad de los microorganismos a ciertos antibióticos. En algunos casos, la cafeína pareció reducir la resistencia, aumentando la eficacia de los fármacos.
Esto es sorprendente, ya que hasta ahora nadie había planteado la hipótesis de una relación directa entre una sustancia de uso diario y la eficacia de los tratamientos con antibióticos.
El problema de la resistencia a los antibióticos
La resistencia a los antimicrobianos es uno de los problemas de salud mundial más acuciantes. El uso indebido y excesivo de antibióticos ha favorecido la aparición de bacterias cada vez más difíciles de controlar, con graves consecuencias para la salud pública.
Si nuevas investigaciones confirman el papel de la cafeína en este proceso, podría sentar las bases para nuevas estrategias que mejoren la eficacia de los tratamientos y limiten la propagación de infecciones resistentes.
Un nuevo campo de investigación