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Pasar el elástico con un alfiler de gancho
Este clásico truco nunca falla. Para cambiar o ajustar un elástico, solo hay que enganchar un extremo del elástico al imperdible y deslizarlo por el canal de la prenda. Facilita el trabajo y evita que el elástico se tuerza o se pierda dentro de la tela. -
Evitar que el hilo se enrede
Antes de comenzar a coser, moja el hilo con un poco de cera o bálsamo labial. Esto evita que se enrede y te permite coser de manera más fluida y prolija. -
Reforzar botones sueltos
Para que los botones duren más, pasa el hilo varias veces por los agujeros y, al terminar, da una vuelta con el hilo alrededor del tallo del botón. Este pequeño refuerzo evita que se afloje con el uso. -
Dobladillos temporales sin coser
Si necesitas ajustar un pantalón o una falda rápidamente, utiliza cinta adhesiva de doble cara o un poco de pegamento textil. Es un truco express que mantiene el dobladillo en su lugar hasta poder coserlo correctamente. -
Marcar el centro de una prenda con precisión
Dobla la tela a la mitad y plánchala suavemente. La marca quedará perfectamente visible y te servirá de guía para coser o cortar con simetría.
¿Para qué sirve el agujero del alfiler de gancho?
Ese pequeño agujero en el extremo del espiral del imperdible no está ahí por casualidad. Su función principal es mantener la tensión del resorte, distribuyendo la fuerza cuando el alfiler se abre y se cierra. Gracias a ese diseño, el metal no se deforma y el imperdible puede usarse cientos de veces sin perder su forma ni su fuerza de cierre.
Además, el agujero actúa como un punto de anclaje, evitando que la aguja se suelte de su base y asegurando que el alfiler permanezca cerrado incluso si recibe presión o movimiento. En otras palabras, ese pequeño detalle es lo que hace que el “imperdible” sea realmente seguro.