1. Huevo frito (soleado)

Si elegiste el clásico huevo frito, eres abierto, honesto y directo. Aprecias la simplicidad y la tradición, y no te gusta complicar las cosas. Sin embargo, a veces anhelas atención y validación: disfrutas que te consideren “auténtico” y que te admiren por tu honestidad. Un ligero toque de narcisismo podría aparecer cuando te sientes desatendido o infravalorado.
2. Huevos revueltos

Elegir huevos revueltos demuestra que eres adaptable y extrovertido. Te desenvuelves bien en situaciones sociales y manejas el caos con facilidad. Te gusta ser quien une a la gente, pero a veces, dominas las conversaciones o quieres ser el centro de atención. Tu carisma es magnético, solo asegúrate de que no se convierta en egocentrismo.