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Por qué confundimos las señales con “vida normal”
Porque son síntomas comunes.
Cansancio, insomnio, indigestión… ¿a quién no le ha pasado?
Además, la rutina te enseña a aguantar.
Te dices “es la edad”, “es el trabajo”, “es que comí pesado”.
Y así, una alerta se convierte en costumbre.
Pero espera, porque hay una diferencia que puede salvarte: el patrón.
La regla del patrón: lo nuevo, lo raro, lo persistente
No se trata de asustarte por cualquier molestia.
Se trata de notar cuando algo cambia en ti.
Cuando aparece sin explicación clara.
Cuando se repite, empeora o se acompaña de otros síntomas.
Ahí el cuerpo deja de susurrar.
Ahí está pidiendo que lo escuches.
9 pistas y aprendizajes en cuenta regresiva