9. El cansancio que no se parece al tuyo
Patricia, 54 años, de Toluca, decía: “me siento drenada, como si me hubieran apagado”.
No era el cansancio normal de un día largo.
Era profundo, raro, y no mejoraba ni durmiendo.
A veces, cuando el corazón trabaja bajo estrés, el cuerpo recibe menos oxígeno.
Y todo se vuelve más lento.
¿Tu cansancio es “normal” o se siente diferente?
8. Sueño roto, mente en alerta
Hay personas que de repente empiezan a dormir mal.
Se despiertan varias veces.
Sueño ligero, inquieto, sin descanso real.
El cuerpo puede entrar en modo “vigilancia” sin que tú lo notes.
Y lo atribuyes a preocupaciones.
Pero si llega junto con otras señales, merece atención.
7. Falta de aire sin esfuerzo
Este síntoma asusta cuando lo entiendes.
Subes dos escalones y sientes que te falta aire.
O estás quieto y no logras respirar profundo.
A veces se confunde con ansiedad.
Pero si aparece de golpe, si empeora, o si viene con fatiga, no lo minimices.
¿Te falta el aire y no sabes por qué?
6. La “gastritis” que aparece de la nada