Las redes sociales, muchas veces criticadas por la falta de privacidad o por los riesgos de exposición, en ocasiones pueden convertirse en un canal inesperado de ayuda y solidaridad.
Tal fue el caso de un padre orgulloso que, al compartir una tierna foto de su hija recién nacida, jamás imaginó que esa publicación no solo llenaría de comentarios cariñosos, sino que también sería la alerta que terminaría salvándole la vida a su pequeña.
Lo que notaron al ver la foto
Entre los mensajes de felicitación, uno en particular llamó la atención: alguien comentó que los ojitos de la bebé se veían amarillentos. En principio, el padre pensó que se trataba de un efecto de la luz de la fotografía, pero la observación insistía en que ese tono amarillento podía ser algo más: un signo de ictericia neonatal, una condición común pero que, si no se trata, puede traer complicaciones.
