Aunque se trate de una suculenta, este cactus requiere un riego diferente:
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Mantén la tierra húmeda, pero deja que se seque entre riegos.
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Evita el encharcamiento para que las raíces no se pudran.
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En ambientes secos, coloca la maceta sobre un plato con agua y piedritas; la evaporación aportará la humedad necesaria.
Un riego equilibrado simula su hábitat natural y favorece la formación de botones florales.
Suelo y fertilización
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Prefiere un suelo con buen drenaje, similar al que encontraría en huecos de árboles o rocas donde se acumulan residuos naturales.
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Durante la etapa de floración, utiliza un fertilizante equilibrado para plantas suculentas.
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Evita abonar en exceso, ya que un exceso de nutrientes puede favorecer el crecimiento de hojas sobre las flores.
