El secreto principal para estimular la floración es alterar el ciclo de luz y temperatura en otoño:
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Reducción de luz: Coloca la planta en un lugar con luz más suave durante 6 semanas.
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Temperaturas frescas: Mantén la planta en un entorno ligeramente más frío (10–15 °C) durante este período.
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Riego controlado: Riega solo cuando la tierra esté seca; esto simula el descanso natural de la planta antes de florecer.
Después de este período, regresa a condiciones normales de luz y temperatura: pronto verás los primeros botones florales.