Otro aspecto relevante es su impacto positivo en la función cognitiva. El romero es conocido por mejorar la memoria y la concentración gracias a su contenido en ácido rosmarínico y otros antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño oxidativo. Tomar una taza de té de romero en ayunas puede ayudar a empezar el día con mayor claridad mental y energía.
El té de romero también tiene efectos desintoxicantes. Su acción diurética favorece la eliminación de toxinas a través de la orina, lo que contribuye a la depuración del organismo y la prevención de la retención de líquidos. Asimismo, su consumo puede apoyar la función hepática, promoviendo la salud del hígado y ayudando a la eliminación de sustancias nocivas.
En el ámbito del sistema inmunológico, el romero aporta propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias que pueden reforzar las defensas del cuerpo. Consumirlo regularmente en ayunas puede ayudar a prevenir infecciones y reducir la inflamación, lo que resulta especialmente útil en personas propensas a resfriados o afecciones respiratorias.