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Enfriar y cortar
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Retira la piel cocida y deja enfriar completamente a temperatura ambiente.
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Corta en tiras finas con un cuchillo afilado.
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Freír
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Calienta suficiente aceite en una sartén amplia a fuego medio-alto.
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Agrega las tiras de piel, cuidando de no amontonarlas.
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Fríe entre 5 y 7 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.
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Escurrir
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Retira con una espumadera y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
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