El ajo y la cebolla también son aliados contra la tos. Gracias a sus propiedades antibióticas naturales, pueden ayudar a combatir infecciones respiratorias. Un jarabe casero de cebolla y miel puede ser un excelente remedio para calmar la tos nocturna. Simplemente se debe macerar una cebolla picada con miel durante unas horas y tomar una cucharadita del líquido resultante.
La hidratación es clave para aliviar la tos. Beber suficiente agua, caldos calientes o infusiones ayuda a mantener las mucosas hidratadas y favorece la expulsión de la mucosidad. Además, es recomendable evitar ambientes secos y recurrir a un humidificador o inhalaciones de vapor para mantener la humedad en el aire.
En conclusión, la tos es una respuesta natural del cuerpo, y en muchos casos puede aliviarse con ingredientes que tenemos en casa. Antes de recurrir a medicamentos, vale la pena probar estos remedios naturales que pueden ser igual de efectivos y sin efectos adversos.
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