3. Infusión de Ajo
El ajo es conocido por sus propiedades repelentes. Para crear un insecticida natural, machaca varios dientes de ajo y hiérvelos en agua durante unos 30 minutos. Deja enfriar la mezcla, cuela el líquido y colócalo en un pulverizador. Rocía las plantas afectadas con esta infusión.
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El olor fuerte del ajo mantendrá alejadas a las chinches y otros insectos no deseados. Este remedio es seguro para tus plantas y para el medio ambiente.
4. Tierra de Diatomeas
La tierra de diatomeas es un polvo fino que se extrae de los fósiles de algas. Este compuesto es eficaz para controlar plagas, ya que deshidrata a los insectos al entrar en contacto con su exoesqueleto. Espolvorea tierra de diatomeas en el suelo del jardín y sobre las hojas de las plantas afectadas.
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Es importante utilizar tierra de diatomeas de grado alimenticio para garantizar la seguridad de tus plantas y del medio ambiente. Repite la aplicación tras lluvia o riego abundante.
