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Estimula una digestión saludable: Favorece la producción de bilis y facilita la absorción de nutrientes.
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Desintoxica el cuerpo: Ayuda a eliminar toxinas acumuladas y promueve el equilibrio interno.
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Mejora el metabolismo: Apoya el mantenimiento de un peso saludable y proporciona un impulso natural de energía.
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Reduce el colesterol LDL: El aceite de oliva disminuye el “colesterol malo”, mientras que el limón protege la salud cardiovascular.
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Aumenta la energía natural: Ideal para un impulso vital sin necesidad de café.
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Refuerza el sistema inmunológico: La vitamina C y los antioxidantes protegen contra resfriados y virus.
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Propiedades antiinflamatorias: Reduce la inflamación y alivia dolores articulares.
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Apoyo cardiovascular: Mejora la función de los vasos sanguíneos y regula la presión arterial.
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Regula el azúcar en sangre: Contribuye a estabilizar los niveles de glucosa.
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Mejora la función cerebral: Protege las células cerebrales y potencia la memoria y concentración.
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Antienvejecimiento natural: Mantiene la piel firme y elástica.
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Controla el apetito: Genera sensación de saciedad y ayuda a mantener el peso.
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Alivia la acidez: Reduce la acidez estomacal y calma el estómago.
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Combate infecciones: El limón tiene propiedades antibacterianas y antivirales.
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Protege la vista: Previene enfermedades relacionadas con la edad y el estrés oxidativo.
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Alivia articulaciones: Disminuye inflamaciones y mejora la movilidad.
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Apoyo respiratorio: Ayuda a descongestionar en caso de resfriados o alergias.
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Beneficios para los riñones: Estimula la eliminación de toxinas y mantiene el equilibrio hídrico.
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Regula el pH del cuerpo: El limón actúa alcalinizante a pesar de su sabor ácido.
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Fortalece uñas y cabello: Promueve uñas fuertes y cabello saludable y brillante.
