Más allá de su sabor, el «Pain d’chien» es un lazo entre generaciones. Las abuelas lo enseñaban «a ojo», sin medidas precisas, transmitiendo tradición y cariño.
Hoy, algunos chefs lo reinventan en formato gourmet:
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Con salsa de caramelo salado
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En moldes individuales tipo muffin
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Incluso en versión helada
También se proponen versiones más saludables con leche vegetal o azúcar alternativo.
Conclusión
El «Pain d’chien» refleja la riqueza culinaria del Norte de Francia: simple, generoso y lleno de historia. Es un postre anti-desperdicio, un símbolo de familia y tradición, que sigue conquistando paladares tanto en su forma clásica como en sus versiones modernas.