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Si prefieres una ensalada más ligera, reduce la cantidad de leche condensada.
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Puedes cambiar los sabores de la gelatina según la temporada (piña, uva, naranja…).
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Para un extra de frescura, agrega trozos de frutas naturales como fresas, kiwi o manzana.
🌟 Resultado final
Una ensalada cremosa, fresca y llena de color que encantará tanto a grandes como a pequeños. Perfecta para postres de verano, fiestas familiares o para sorprender en Navidad.