Cuando se usa con moderación y proviene de una buena fuente, puede aportar aspectos positivos a la salud:
1) Aporta energía sostenida
Al ser una grasa, libera energía lentamente, ayudando a mantenernos saciados por más tiempo.
2) Contribuye a la absorción de vitaminas esenciales
Vitaminas A, D, E y K necesitan grasa para absorberse correctamente. La manteca cumple ese rol en las comidas.
3) Puede apoyar al sistema inmunológico
El ácido oleico presente en la manteca es el mismo que en el aceite de oliva, asociado a beneficios cardiovasculares e inmunitarios.
4) Fuente tradicional de Vitamina D
Especialmente útil en regiones con poca exposición al sol. Aunque la cantidad no es altísima, suma dentro de la dieta.
5) Mejora sabor y textura, promoviendo una cocina más casera
Al cocinar más en casa y depender menos de ultraprocesados ricos en aditivos, ya hay un plus para la salud.