Es bueno para el cerebro: Al dormir de este lado el drenaje linfático de nuestro sistema nervioso central se beneficia y así lo asegura The Journal of Neuroscience, una revista científica donde se publicó un estudio realizado por las universidades de Stony Brook, Nueva York y Rochester de Estados Unidos todas ellas. Para explicarlo más sencillo, esta investigación afirma que esta posición permite que el cuerpo elimine los excesos de proteínas, vitaminas y grasas que puedan ser nocivas para la salud.
Mejora la circulación: Puede que parezca absurdo ya que de este lado está nuestro corazón pero esta posición impide que la arteria aorta se obstruya y la vena cava inferior se mantiene libre y ningún órgano la presiona haciendo que la sangre circule por todo nuestro cuerpo sin impedimento alguno.
Facilita la digestión: Tanto el intestino grueso como el delgado están ligeramente inclinados hacia la izquierda por lo que dormir de este lado hace que digiramos de mejor y más fácil manera.
Alivia el peso en la columna vertebral: Al reposar de este lado el peso del cuerpo se va hacia este lado dejando libre a la columna vertebral del exceso de peso, es la posición más recomendada para las mujeres en embarazo ya que ayuda a que el bebé reciba los nutrientes.
