Es tan ligero que incluso lo como a medianoche: me sacia, me ayuda a dormir mejor y a no despertarme con hambre, ¡y además fortalece mis músculos!

¿Quién dijo que hay que evitar los dulces por la noche? Este pastel, elaborado con ricotta ligera y huevos, es diferente: es rico en proteínas de liberación lenta, del tipo que te mantienen saciado durante mucho tiempo y nutren tus músculos mientras duermes. A diferencia de los postres tradicionales llenos de azúcar, no provoca picos de azúcar en sangre ni altera el sueño. De hecho, gracias al triptófano de la ricotta, incluso puede favorecer la producción de melatonina, la hormona que regula los patrones de sueño.

En resumen, una porción de este pastel antes de dormir es un capricho saludable: se acabó el hambre nocturna, mejora la recuperación muscular si haces ejercicio y te proporciona una sensación de ligereza que dura hasta la mañana. Es el postre ideal que no solo no te deja con pesadez, sino que se convierte en un pequeño aliado para el bienestar nocturno.

El pastel de ricotta y arándanos no es un pastel cualquiera: es rico en proteínas, por lo que puedes comerlo por la noche sin engordar (de hecho, es bueno para ti). Pastel de Ricota y Arándanos

Tiempo de preparación: 15 minutos

Tiempo de cocción: 65 minutos (20 minutos + 45 minutos)

Tiempo de refrigeración: mínimo 6 horas

Tiempo total: aproximadamente 7 horas y 20 minutos

Raciones: 8
Calorías: aproximadamente 180 kcal por porción

Ingredientes
500 g de ricota ligera (bien escurrida)

60 g de arándanos congelados (u otra fruta de su elección)

30 g de almendras laminadas (o pistachos, semillas mixtas o coco rallado)

6 cucharadas de eritritol (o azúcar de coco o edulcorante de su elección)

3 huevos

2 cucharadas de maicena

1 cucharada de agua

Preparación
Base del pastel

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