Casque los huevos. Colóquelos en un bol y bátalos. Añada 7 cucharadas de eritritol (o azúcar) y siga batiendo hasta que esté espumoso.
Añadir la ricotta
Disuelva la maicena en una cucharada de agua, agréguela a la mezcla de huevo y azúcar, y luego añada la ricotta. Mezcle bien hasta obtener una consistencia suave y bastante líquida.
Baño maría
Forre un molde para pan con papel de horno y vierta la masa. Coloque el molde dentro de una bandeja para hornear más grande y llénela con agua para crear un baño maría.
Hornee a 180 °C (350 °F) durante 20 minutos.
Preparación de la cobertura
Mientras tanto, triture ligeramente los arándanos congelados con las almendras y 1 cucharada de eritritol (o azúcar). No es necesario que quede cremoso; una mezcla rústica y aromática es suficiente.
Horneado final
Retire el pastel del horno después de los primeros 20 minutos, extienda la cobertura de arándanos y almendras sobre la superficie y vuelva a hornearlo a 180 °C (350 °F) durante otros 45 minutos.
Refrigeración
Una vez horneado, deja que el pastel se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigéralo durante al menos 6 horas. Es aún mejor si lo preparas el día anterior: estará más firme y fresco.
Notas y variaciones
Si no te gusta el ricotta, puedes sustituirlo por queso crema bien escurrido.
En lugar de los arándanos, puedes usar frambuesas, mango, manzanas salteadas u otra fruta de temporada.
Para endulzar, además de eritritol, puedes usar estevia, xilitol o azúcar de coco.
Para hacerlo aún más delicioso, puedes espolvorear la superficie con coco rallado o añadir chispas de chocolate a la masa.
Es un postre que destaca por su sencillez: fresco, ligero y versátil. Perfecto para el desayuno, como postre o como una merienda saludable.
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¿Es saludable el pastel de ricotta y arándanos?