Muchos cometen el error de lavar el arroz demasiadas veces, hasta cuatro o cinco lavados, frotándolo intensamente. Esto puede provocar la pérdida de nutrientes solubles en agua.
El método correcto:
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Lava el arroz suavemente 1 o 2 veces en un recipiente, usando tus manos para remover impurezas visibles.
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Evita enjuagarlo bajo un chorro de agua corriente excesivo.
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Para arroz viejo, no laves más de 3 veces.
2. Aprovecha el agua de arroz
El agua que queda al lavar el arroz contiene minerales como calcio y fósforo. Además de reutilizarla para cocinar, tiene varios usos prácticos:
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Regar plantas: Favorece el crecimiento gracias a sus oligoelementos.
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Lavar frutas y verduras: Ayuda a eliminar pesticidas y residuos antes de enjuagar con agua limpia.
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Limpiar platos: Su acidez ayuda a eliminar grasa y manchas de aceite.
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Neutralizar olores en carnes o mariscos: Añade un poco de sal al agua de arroz para eliminar olores fuertes y mejorar el sabor.