Esta podría ser la mejor versión que he hecho de esta idea. ¡Están deliciosas!

Incorpore los huevos, uno a uno, y luego el extracto de vainilla.
En otro tazón, bata la harina, el polvo para hornear y la sal.
Agregue gradualmente los ingredientes secos a los húmedos, mezclando hasta formar una masa.
Cubra la masa con film transparente y refrigere durante al menos 4 horas o toda la noche.
Precaliente el horno a 175 °C (350 °F) y cubra una bandeja para hornear con papel vegetal. Saca porciones del tamaño de una cucharada de la masa fría y forma bolitas.
Cubre cada bolita con azúcar glas hasta que esté completamente cubierta.
Coloca las bolitas de masa cubiertas en la bandeja para hornear preparada, separadas por unos 5 cm.
Hornea en el horno precalentado de 10 a 12 minutos, o hasta que las galletas se hayan extendido y la superficie esté agrietada.
Deja que las galletas se enfríen en la bandeja unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.

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Variaciones y consejos
Para darle un toque diferente, prueba a añadir una cucharadita de café expreso en polvo a la masa para darle un sabor a moca. También puedes añadir chispas de chocolate o nueces picadas para darle más textura. Si tienes niños más quisquillosos para comer, considera cubrir las bolitas de masa con una mezcla de azúcar glas y canela para darles un toque picante. Para un toque festivo, añade unas gotas de extracto de menta a la masa y espolvorea bastones de caramelo triturados sobre las galletas antes de hornearlas.

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