Mientras tanto, poner el azúcar y el agua en una cacerola y llevar a ebullición. Una vez que hierva, cocinar durante 5 minutos (hasta que alcance el punto de perla). Retirar del fuego y añadir la harina y la mantequilla. Remover esta mezcla a fuego lento durante 3 minutos.
Colocar la mezcla en otro recipiente para que se enfríe durante 10 minutos. Después, añadir las yemas de huevo, los huevos y la canela.
Preparar un molde de 18 o 20 cm (10 pulgadas) de diámetro con papel de horno y verter la masa. Hornear durante 50 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Desmoldar una vez frío y retirar el papel de horno.
Coloca unas 4 cucharadas de azúcar glas en un bol y añade unas gotas de zumo de limón hasta obtener una pasta moldeable.
Vierte la pasta sobre el pastel, extendiéndola por toda la superficie y los lados, ¡y decora a tu gusto!
… ¡Delicioso!
