Esto es mucho más que una simple tarta de manzana: está repleta de fruta, es suave e increíblemente ligera. ¡Una porción tiene solo 165 calorías!

Pela las manzanas y córtalas en rodajas muy finas, preferiblemente con una mandolina. Reserva, rociando con unas gotas de zumo de limón para evitar que se oxiden.

2. Preparar la masa
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar o el eritritol hasta que la mezcla esté esponjosa. Añade la leche tibia, la mantequilla derretida y el extracto de vainilla, removiendo con unas varillas.

3. Incorporar los ingredientes secos
Tamiza la harina con la levadura en polvo, la sal y la canela (si la usas). Añádela poco a poco a la mezcla de huevo y revuelve hasta obtener una masa suave y sin grumos.

4. Añadir las manzanas
Añade las rodajas de manzana a la masa y mézclalas suavemente con una espátula. Las manzanas deben quedar bien cubiertas.

5. Hornear
Forra un molde rectangular de 22 cm o un molde redondo para pastel con papel de horno. Vierte la masa, alisa la superficie y, si lo deseas, espolvorea con almendras laminadas. Hornea a 175 °C (horno convencional) durante 50-60 minutos, comprobando la cocción con un palillo: debe salir limpio.

6. Enfriar y servir
Deja que el pastel se enfríe en el molde durante 10 minutos, luego transfiérelo a una rejilla. Córtalo en rebanadas y sírvelo solo o espolvoreado con azúcar glas.

Consejos útiles
Puedes sustituir parte de las manzanas por peras para una versión más dulce.

Para una versión más ligera, sustituya la mantequilla por 30 g de yogur griego.

Se conservará durante 2-3 días bajo una campana de cristal, manteniendo su textura suave.

Leave a Comment