Cascar los huevos en un bol, añadir el aceite vegetal, la leche y el yogur, y batir bien con unas varillas. A continuación, añade la harina poco a poco, removiendo hasta que la mezcla quede suave y homogénea.
2. Añade los toques finales.
Añade la levadura en polvo y las chispas de chocolate, mezcla suavemente y reserva.
3. Prepara las manzanas.
Pela la manzana, quítale el corazón y córtala en dados.
Calienta una cucharadita de mantequilla en una sartén, añade la manzana, la miel y la canela.
Remueve y cocina durante unos minutos hasta que las manzanas se ablanden y desprendan un aroma delicioso.
Añade la mermelada de albaricoque y deja que se absorba por completo: obtendrás una delicia dorada y brillante.
4. Monta las magdalenas.
Unta ligeramente con mantequilla los moldes para magdalenas y llénalos hasta 3/4 de su capacidad con la masa.
Coloca una cucharada de manzana caramelizada en el centro.
5. Hornea.
Hornea a 180 °C (350 °F) durante 25 minutos, hasta que las magdalenas estén esponjosas y doradas. Déjalos enfriar unos minutos antes de sacarlos del molde.
Consejos
Puedes sustituir la manzana por peras o añadir nueces picadas para un toque crujiente.
El yogur griego los hace aún más suaves y aumenta su contenido proteico.
Consérvalos en un recipiente hermético durante 3-4 días o congélalos individualmente: se descongelan en 30 segundos en el microondas.
Beneficios
Un capricho ligero pero completo: