Filetes de Cerdo en Salsa de Nata, Jamón y Champiñones

Para los filetes
600 g de filetes de cerdo (lomo o solomillo en láminas)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de pimienta
1 cucharadita de ajo en polvo
2 cucharadas de aceite de oliva
Para la salsa
150 g de jamón serrano o jamón cocido picado fino
200 g de champiñones laminados
250 ml de nata para cocinar
100 ml de caldo de carne o pollo
1 cebolla pequeña picada
2 cucharaditas de mostaza suave
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta al gusto
3. Preparación paso a paso muy detallada
Paso 1: Preparar los filetes
Seca los filetes con papel absorbente para facilitar el dorado.
Sazónalos con sal, pimienta y ajo en polvo.
Calienta aceite en una sartén amplia.
Dora los filetes 2 a 3 minutos por cada lado a fuego medio-alto.
Retíralos y reserva tapados para mantenerlos jugosos.
Paso 2: Preparar el sofrito
En la misma sartén baja el fuego a medio.
Añade la cebolla picada y cocina hasta que quede transparente.
Agrega los champiñones laminados y saltea hasta que pierdan el agua y se doren ligeramente.
Incorpora el jamón picado y mezcla durante 1 minuto.
Paso 3: Elaborar la salsa
Vierte el caldo y raspa el fondo de la sartén para liberar todos los jugos.
Añade la nata y remueve hasta integrar.
Incorpora la mostaza y una pizca de nuez moscada.
Cocina a fuego lento hasta que la salsa espese ligeramente (4–6 minutos).
Ajusta de sal y pimienta.
Paso 4: Unir todo
Devuelve los filetes a la sartén.
Cubre con la salsa y cocina 4 minutos más para que absorban el sabor.
Apaga el fuego y deja reposar unos minutos antes de servir.
4. Resultados y presentación final
El plato presenta una salsa cremosa, brillante y profundamente aromática. Los filetes quedan tiernos, jugosos y perfectamente impregnados de la mezcla de nata, jamón y champiñones. El aroma combina notas suaves, salinas y ligeramente ahumadas, típicas del jamón, junto con el carácter terroso de los champiñones.

A nivel visual, la salsa espesa cubriendo los filetes crea una presentación elegante y apetitosa. Puede servirse acompañado de arroz blanco, pasta corta, patatas doradas o verduras salteadas.

5. Sustituciones o variantes posibles
Con pollo: sustituir los filetes de cerdo por pechuga de pollo en tiras.
Con setas variadas: usar setas shiitake, portobello o mezcla de champiñones.
Sin nata: usar leche evaporada para una versión más ligera.
Con vino blanco: añadir 50 ml al sofrito antes del caldo.
Con queso: incorporar una cucharada de queso crema o parmesano rallado para más cuerpo.
6. Consejos de conservación y congelación
Refrigeración: dura 2 días en recipiente hermético.
Congelación: posible solo si la salsa se hace con leche evaporada; la nata puede cortarse.
Recalentar: a fuego bajo, añadiendo 1 cucharada de leche si la salsa espesa demasiado.
Evitar microondas fuerte: seca la carne.
7. Tabla nutricional real por porción
Concepto Cantidad
Calorías 385 kcal
Grasas 24 g
Proteínas 32 g
Carbohidratos 9 g
Azúcares 2.8 g
Sodio 890 mg
Fibra 1.1 g
8. Preguntas frecuentes (FAQS)
¿El cerdo puede quedar duro?
Si se sobrecocina, sí. Es importante dorarlo y luego terminarlo suavemente en la salsa.

¿Se puede usar jamón cocido?
Sí, pero el sabor será más suave y menos salado.

¿Qué tipo de champiñón es mejor?
El champiñón blanco tradicional funciona muy bien, aunque portobello da más sabor.

¿Puedo adelantar la receta?
Sí, puedes dejar todo preparado y calentar a fuego bajo antes de servir.

9. Tips del chef
No cortes los filetes demasiado finos; se secan más rápido.
Si la salsa queda demasiado espesa, añade caldo poco a poco.
Si queda muy líquida, cocina unos minutos más sin tapa.
La nuez moscada debe ser mínima: apenas un toque mejora el sabor.
10. Reflexión final con tono cálido y emocional
Este plato representa la cocina casera reconfortante, aquella que reúne ingredientes sencillos pero logra un resultado elegante y memorable. La suavidad de la salsa, el aroma intenso del jamón y la textura tierna del cerdo evocan mesas familiares, reuniones tranquilas y el placer de servir un plato preparado con dedicación.

Cada detalle, desde el salteado de champiñones hasta la cremosidad de la salsa, invita a disfrutar sin prisa. Es una receta perfecta para compartir, para crear momentos y para recordar que la cocina es un lugar donde se construyen memorias y afectos a través del sabor.

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