Dejamos infusionar la leche para que tome bien el sabor al limón y a la canela.
Pasado el tiempo retiramos la piel del limón, la canela y esa capa que ha creado al enfriarse la leche.
Ahora añadimos el azúcar y la maicena. Tener en cuenta que la leche tiene que estar fría o a temperatura ambiente para que la maicena se disuelva bien.
Mezclamos hasta disolver la maicena.
Ahora llevamos a fuego medio la olla y sin dejar de remover hasta que rompa en hervor.
Cuando rompa en hervor apagamos el fuego y seguimos en el mismo fuego, pero apagado, mezclando un minuto mas.
Tendremos una crema espesita con un sabor increíblemente rica.
Vamos a montar la tarta de seguida, sin mas esperas.
Colocamos papel de horno para desmoldar con mayor comodidad.
Mi recipiente es de 24 cm de largo, por 10 cm de ancho y por 7 cm de alto.
Colocamos en el fondo una capa de galletas.
De seguida una capa de crema de canela como de un centímetro, otra de galletas, otra de crema, así hasta que la ultima capa termine en galletas.