Cuando el molde esté bien impregnado metemos en el aceite, dejamos freír un momento antes de sacar el molde, luego vamos moviendo el molde y sacando, si se pega ayudaros con algo de madera para despegar, dejamos freír y luego le damos la vuelta a la flor para que se haga por la otra parte
A tener en cuenta
– Que el molde entre bien en el recipiente para que cuando quede poca masa se pueda aprovechar al máximo
– Entre flor y flor hay que calentar siempre el molde
– De vez en cuando hay que revolver la masa para que no quede la harina en el fondo
– Si el aceite no está bien caliente o si retiráis el molde antes de tiempo, la flor se abrirá, en las fotos de arriba os dejé una flor abierta precisamente por hacer eso
– Las flores del final serán más finitas a medida que vaya quedando menos masa
Mezclamos en un plato azúcar y canela en polvo, luego vamos pasando las flores y presentando
Aquí ya según gustos, puede ser sólo con azúcar y sin la canela o incluso con miel