Las focaccias blandas son un clásico irresistible de la cocina italiana. Su textura esponjosa, su aroma a aceite de oliva y ese toque dorado en la superficie las hacen perfectas para acompañar cualquier comida o disfrutarlas solas, recién salidas del horno.
Aunque pueda parecer complicado lograr el punto justo de suavidad, con esta receta fácil y casera tendrás unas focaccias ligeras, tiernas y deliciosas, dignas de una panadería italiana.
🧂 Ingredientes:
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350 g de harina tipo 1
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150 g de harina de sémola remolida
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200 g de leche entera ligeramente tibia
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120 g de agua ligeramente tibia
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150 g de puré de patatas cocidas
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40 g de aceite de oliva virgen extra
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10 g de levadura fresca de cerveza
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12 g de sal
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Aceite de oliva virgen extra y sal gruesa para condimentar