Una vez levada, trabaja ligeramente la masa sobre una superficie enharinada durante unos minutos.
Tápala y deja reposar nuevamente por 15 minutos para que se relaje el gluten.
5. Formar y dejar levar
Divide la masa en porciones (para hacer focaccias individuales o una grande).
Coloca las piezas en una bandeja ligeramente aceitada y aplánalas con las yemas de los dedos para darles forma.
Cubre y deja reposar dentro del horno apagado durante 1 hora más.
6. Hornear
Antes de hornear, rocía la superficie con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y espolvorea un poco de sal gruesa.
Hornea en horno precalentado a 200°C durante 18 minutos, o hasta que estén doradas y esponjosas.
🫒 Resultado final:
Disfruta tus focaccias blandas aún tibias, con su interior aireado y su irresistible aroma mediterráneo.
Son perfectas para acompañar sopas, ensaladas o como base para mini sándwiches gourmet.
💡 Consejo:
Para un toque especial, puedes añadir romero fresco, tomates cherry o aceitunas antes de hornear.
Así obtendrás variaciones deliciosas de este pan clásico italiano.