En una cazuela amplia, calienta un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra. Añade la cebolla, el pimiento y dos dientes de ajo finamente picados. Sofríe a fuego medio hasta que estén tiernos y doraditos.
Incorpora los calamares limpios y troceados. Añade una pizca de sal y cocina hasta que cambien de color y comiencen a soltar su jugo.
Vierte el vino blanco y sube el fuego para que se evapore el alcohol. Luego, agrega el tomate rallado (o triturado) y, si deseas potenciar el sabor, una cucharadita de concentrado de tomate. Cocina todo junto a fuego medio hasta que el sofrito se reduzca y quede espeso y aromático.
🌾 Paso 3: Añadir los garbanzos y los condimentos
Una vez listo el sofrito, incorpora los garbanzos cocidos y cubre con el caldo reservado (o, si prefieres, con caldo de pescado para un sabor más marino).