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Remojar los garbanzos:
La noche anterior, deja los garbanzos en remojo con abundante agua. Deben quedar completamente cubiertos. Esto garantizará que se cocinen bien y queden suaves. -
Sellar la carne:
En una olla grande, calienta un chorrito de aceite de oliva y dora las costillas de cerdo a fuego fuerte hasta que estén marcadas por fuera. -
Preparar el sofrito:
Baja el fuego, añade los ajos, la cebolla y el pimiento bien picados. Sofríe unos minutos.
Luego incorpora el tomate picado o rallado y cocina hasta que pierda su agua. -
Incorporar el chorizo y las especias:
Añade el chorizo, la zanahoria cortada en rodajas, la hoja de laurel, pimienta negra y una pizca de pimentón dulce. Mezcla bien para integrar todos los sabores. -
Agregar las patatas y los garbanzos:
Añade la patata pelada y cortada en dados. Escurre los garbanzos del remojo, lávalos y colócalos en la olla. Cubre con agua limpia (aproximadamente el doble de su volumen). -
Cocinar lentamente:
Cocina a fuego medio-bajo durante unas 2 horas, removiendo de vez en cuando. Si es necesario, añade un poco más de agua caliente durante la cocción. -
Añadir las acelgas (opcional):
Si deseas incluir acelgas, incorpóralas troceadas unos 10 minutos antes de finalizar la cocción. -
Reposar y servir:
Apaga el fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. Así el guiso se asienta y los sabores se intensifican.