1. Seca bien los garbanzos
Si usas garbanzos de bote, enjuágalos y escúrrelos. Luego sécalos muy bien con papel de cocina o un paño limpio: esto es clave para que queden crujientes.
2. Condimenta
En un bol grande, mezcla los garbanzos con el pimentón, el romero, la sal, el almidón de maíz y el aceite de oliva. Remueve bien hasta que todos los garbanzos queden cubiertos por completo.
3. Hornea
Extiende los garbanzos en una sola capa sobre una bandeja forrada con papel de horno.
Hornea a 190 °C durante 20–30 minutos, removiendo a mitad del tiempo para que se doren por todos lados.
4. Sirve
Sácalos del horno, deja enfriar unos minutos y ¡disfruta! Son perfectos para picar, acompañar con bebidas o añadir a tus ensaladas.