Gelatina con leche cremosa: un postre fácil, rápido y delicioso

1. Preparar la gelatina base

Disuelve medio sobre de gelatina en 600 ml de agua potable. Puedes hacerlo usando mitad de agua caliente y mitad de agua fría o a temperatura ambiente, según prefieras.
Remueve bien hasta que no queden grumos y deja que se enfríe a temperatura ambiente.

2. Batir con la leche

Coloca en la licuadora una lata de leche evaporada muy fría (si está casi congelada, mejor, ya que dará una textura más cremosa).
Agrega la gelatina ya disuelta y licúa durante 1 a 2 minutos hasta que la mezcla quede bien integrada y espumosa.

3. Repartir y enfriar

Vierte rápidamente la mezcla en vasitos o moldes individuales antes de que empiece a cuajar.
Llévalos al refrigerador por al menos 1 hora, o hasta que estén firmes.

4. Toque final (opcional)

Si querés darles un acabado especial, prepará un poco más de gelatina del mismo sabor o de un color diferente y vertelo encima una vez que la primera capa esté firme.
Dejá enfriar nuevamente hasta que todo esté completamente cuajado.


Consejos útiles

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