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Para una textura más liviana, podés usar leche entera fría en lugar de evaporada.
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Si querés un sabor más intenso, agregá una cucharada de leche condensada a la mezcla antes de licuar.
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Decorá con frutas frescas, crema batida o coco rallado antes de servir.
Resultado final
Obtendrás una gelatina cremosa, firme y con una deliciosa espuma en la parte superior, perfecta para sorprender a tu familia o invitados. Es un postre sencillo, pero con un sabor que encanta a todos.