-
Hidratar la gelatina:
Calienta 1 taza de agua (sin hervir) y disuelve completamente la gelatina sin sabor, revolviendo bien para evitar grumos. -
Mezclar los líquidos:
En la licuadora, combina el jugo de piña y la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea. -
Incorporar la gelatina:
Agrega la gelatina disuelta y licúa unos segundos más para que se distribuya de manera uniforme. -
Añadir los trozos de piña:
Vierte la mezcla en un molde grande o moldes individuales y distribuye los trozos de piña de manera uniforme. -
Refrigerar:
Coloca en el refrigerador por al menos 4 horas o hasta que la gelatina esté firme. -
Desmoldar y decorar:
Para desmoldar fácilmente, sumerge la base del molde en agua tibia y separa los bordes con un cuchillo si es necesario. Decora con hojas de menta y sirve fría.
💡 Consejos:
-
Usa moldes individuales para una presentación elegante.
-
Respeta el tiempo mínimo de refrigeración para obtener la textura ideal.
-
El jugo de piña natural aporta un sabor más fresco y auténtico.