Preparación:
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Lava, pela y corta todas las frutas en rodajas o cubos pequeños.
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En un bol, disuelve la gelatina sin sabor en el agua caliente, mezcla bien y deja entibiar.
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Añade el yogur y endulza con miel o azúcar al gusto. Mezcla hasta integrar.
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Coloca las frutas en un molde rectangular o redondo.
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Vierte encima la mezcla de yogur con gelatina, cubriendo bien las frutas.
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Refrigera por 4–5 horas o hasta que esté bien firme.
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Desmolda, corta en rebanadas ¡y disfruta un postre fresco y colorido!
