En una sartén grande, caliente el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregue los trozos de pollo, sazone con sal y pimienta y cocine hasta que estén dorados y bien cocidos, aproximadamente de 5 a 7 minutos. Retire el pollo de la sartén y reserve.
En la misma sartén, agregue la cebolla picada y cocine hasta que esté transparente, aproximadamente 3 minutos. Añade el ajo y los champiñones y cocina hasta que estén dorados y tiernos, unos 5 minutos.
Incorpora el tomillo seco, el caldo de pollo y la nata para montar. Lleva la mezcla a ebullición y déjala cocinar a fuego lento durante unos 5 minutos, dejando que la salsa espese un poco.
Regresa el pollo cocido a la sartén y remueve para integrar. Transfiere la mezcla a una fuente para horno.
Espolvorea los quesos mozzarella y parmesano uniformemente por encima.
Hornea en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
Retira del horno y deja enfriar unos minutos antes de servir. Decora con perejil fresco si lo deseas.
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Variaciones y consejos
Para una versión más ligera, puedes sustituir la nata para montar con crema de leche o una mezcla de leche y yogur griego. Si te gusta el picante, añade una pizca de hojuelas de pimiento rojo a la salsa para darle un toque picante. También puedes sustituir la mozzarella por cheddar o gruyère para un sabor diferente. Para una versión vegetariana, sustituye el pollo por una lata de garbanzos escurridos o tofu en cubos.