Preparación paso a paso
1. Hornear la calabaza
Cortá la calabaza al medio y retirale las semillas (guardalas para tostarlas después).
Rociala con un poco de aceite, apoyala en una fuente y horneala a 180 °C por unos 40 minutos, hasta que esté tierna.
Cuando enfríe un poco, sacale la pulpa con cuchara y reservá.
2. Preparar la base
Picá la cebolla bien chiquita, y también los hongos.
En una sartén con un chorrito de aceite, rehogá la cebolla unos 3 minutos.
Sumá los champiñones y cociná 1 minuto más.
3. Incorporar la calabaza
Agregá la pulpa de la calabaza, mezclá y cociná 5-6 minutos.
Sumá la crema de leche, la mostaza y un buen puñado de la parte verde del verdeo picada.
Condimentá con sal y pimienta. Retirá del fuego.
4. Rellenar y gratinar
Rellená las mitades de calabaza con esta preparación.
Espolvoreá queso rallado arriba y llevá al horno, esta vez a 200 °C, hasta que el queso quede dorado y con costrita.
Consejos y recomendaciones
Si no tenés champiñones, las girgolas o portobellos van perfecto.
Para realzar el sabor, podés sumar una pizca de nuez moscada o pimentón ahumado.
Si querés incluir proteína, agregale nueces picadas, lentejas o un toque de queso duro rallado.
Para una versión más liviana, reemplazá la crema por leche descremada y espesá con una cucharadita de maicena.
Las semillas de la calabaza tostadas con sal quedan como un snack espectacular.
Un plato simple, lleno de textura y sabor, que aprovecha ingredientes típicos de cualquier cocina argentina. Perfecto para una cena ligera, nutritiva y bien casera en los días fríos.