Preparación
Preparar la carne: cortá la bondiola en cubos medianos y salpimentá.
En una olla grande o sartén profunda, calentá el aceite y dorá la carne por tandas hasta que quede sellada por todos lados. Retirala y reservá.
En la misma olla, agregá un chorrito más de aceite si es necesario y rehogá la cebolla y el ajo picados hasta que estén transparentes.
Sumá los morrones cortados en cubos y cociná unos minutos más, hasta que empiecen a ablandarse.
Incorporá el extracto de tomate, los tomates picados, el pimentón y el comino. Mezclá bien y cociná unos minutos para que se integren los sabores.
Volvé a colocar la carne en la olla y mezclá todo.
Agregá el caldo caliente hasta cubrir la preparación. Tapá parcialmente y cociná a fuego bajo durante 40 a 50 minutos, revolviendo de vez en cuando, hasta que la carne esté tierna y la salsa espesa.
Rectificá la sal y pimienta antes de apagar el fuego.
Para acompañar:
9. Pelá y cortá las papas en bastones. Freí en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escurrí sobre papel absorbente y salá a gusto.
Tips y consejos:
Si querés una salsa más intensa, agregá una cucharadita de azúcar para equilibrar la acidez del tomate.
También podés sumarle una copita de vino tinto o blanco durante la cocción para realzar el sabor.
Este guiso queda aún mejor si se prepara unas horas antes y se recalienta antes de servir: los sabores se asientan y ganan profundidad.
Para una versión más liviana, acompañalo con arroz blanco o puré de papas.
Un plato casero, bien sabroso y con ese toque criollo que siempre reconforta, perfecto para disfrutar en familia.