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Tipo de carne: Puedes usar res, cerdo, pollo o incluso cordero. Cada tipo aportará un sabor diferente, pero todos quedan deliciosos.
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Variante vegetariana: Omite la carne y aumenta la cantidad de verduras como calabacín, berenjena o champiñones. Añade garbanzos para un extra de proteína.
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Más sabor: Un chorrito de vino blanco o unas hojas de tomillo fresco al final realzan el aroma y el sabor del guiso.
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Textura de la patata: Si quieres un guiso más cremoso, cocina un par de patatas más y aplástalas ligeramente antes de servir para espesar la salsa.
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Reposo: Este guiso mejora al día siguiente, ya que los sabores se intensifican. Recalienta suavemente antes de servir.
Acompañamientos sugeridos
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Pan recién horneado o tostado para mojar en la salsa
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Arroz blanco o integral para una comida más completa
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Ensaladas frescas o verduras al vapor para un contraste de texturas